Medirse la presión en casa, la clave para el control de la hipertensión

Medirse la presión en casa, la clave para el control de la hipertensión

Cada vez más especialistas en salud cardiovascular recomiendan que las personas monitoreen su presión arterial desde la comodidad de su hogar.

Esta práctica no solo permite obtener datos más fiables, sino que también elimina posibles alteraciones provocadas por la ansiedad o el estrés que suelen presentarse en clínicas u hospitales.

Con ese objetivo, las nuevas directrices médicas hacen énfasis en dos técnicas fundamentales: la Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA) y la Monitorización Residencial de la Presión Arterial (MRPA).

Medirse la presión en casa es una tarea sencilla, pero requiere ciertos cuidados para que los resultados sean realmente útiles.

En primer lugar, es fundamental elegir un entorno tranquilo. Además, se debe evitar fumar, tomar café, ingerir alimentos o hacer ejercicio al menos media hora antes de la medición.

Sentarse correctamente también marca la diferencia: la espalda debe estar recta, los pies apoyados en el suelo y el brazo debe mantenerse a la altura del corazón. Es clave no cruzar las piernas y, durante la medición, guardar silencio y no mover el brazo.

Otro punto esencial es la correcta colocación del manguito, que debe ir en el brazo —nunca en la muñeca— y mantenerse siempre en el mismo lado cada vez que se realice el procedimiento.

En el caso de la MRPA, se sugiere registrar las cifras por la mañana y al final del día, durante cinco días seguidos. En cuanto a la MAPA, es importante cuidar el dispositivo, protegiéndolo de la humedad, el calor extremo y el polvo.

Además, llevar un registro diario de las actividades realizadas y de cualquier síntoma puede aportar información valiosa al equipo médico.

Respecto a los niveles de presión considerados normales, las guías actuales indican que una presión óptima se sitúa por debajo de 120/80 mmHg.

Entre 120/80 y 130/85 se habla de valores normales; entre 130/85 y 140/90 se considera una etapa previa a la hipertensión, mientras que cifras iguales o superiores a 140/90 ya se clasifican como hipertensión en estadio 3.

La prevención es la clave para evitar daños mayores en situaciones con complicación cardiaca, y medirse la presión arterial en casa, siguiendo estas recomendaciones, no solo mejora la precisión del diagnóstico, sino que también permite un seguimiento más cercano y constante.